Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, a través de Genesis (su Grupo de Evaluación de Novedades, Estandarización e Investigación en Selección de medicamentos), junto con el Comité Mixto CMENM (formado por los centros de información y evaluación de medicamentos de Andalucía, Cataluña y País Vasco y los comités de evaluación de medicamentos del Servicio Aragonés de la Salud y del Servicio Navarro de Salud), ante los recientes acontecimientos ocurridos en el Servei de Salut de les Illes Balears en relación al Boletín de Información Terapéutica de dicho Servicio denominado ‘El Comprimido’ y la consiguiente polémica que ha suscitado la publicación de un artículo de revisión de un determinado grupo de medicamentos, ha querido destacar la importancia y responsabilidad para el sistema sanitario de disponer de información independiente y veraz basada en criterios de la medicina basada en la evidencia y en el análisis crítico de ésta.
José Luis Poveda, presidente de la SEFH.
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También ha hecho referencia a la importancia de tener recomendaciones de uso apropiado de los medicamentos por parte de los organismos de los que se ha dotado el sistema de salud, como son los Comités de Evaluación de Medicamentos en las comunidades autónomas y las Comisiones clínicas (de Farmacia y Terapéutica y otras) existentes en los hospitales; de la definición de posicionamiento de los medicamentos en las guías y protocolos clínicos por parte, tanto de sociedades científicas como por los citados organismos del sistema de salud, y de la aplicación de criterios rigurosos en la evaluación y selección de los medicamentos, basados en las evidencias científicas disponibles de eficacia, seguridad, eficiencia, valor terapéutico añadido, coste efectividad y coste oportunidad, en beneficio del paciente y del aprovechamiento máximo de recursos para la población asistida y la sostenibilidad del sistema.
Desde la SEFH recuerdan que el artículo 75 de la Ley 29/2006, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, recoge que “las Administraciones públicas sanitarias dirigirán sus actuaciones a instrumentar un sistema ágil, eficaz e independiente que asegure a los profesionales sanitarios información científica, actualizada y objetiva de los medicamentos y productos sanitarios”.
Y es que, según la sociedad, la información aportada por las agencias reguladoras que autorizan la comercialización de medicamentos, fundamentalmente orientada a cumplir los requisitos para el registro de los mismos, “es la mayor parte de las veces insuficiente e incompleta para definir el lugar en terapéutica”.
Argumenta que el debate científico sobre riesgos, beneficios y valor terapéutico de un determinado medicamento debe realizarse según los criterios científicos establecidos por la comunidad internacional, mediante una evaluación meticulosa y transparente, y con conocimiento de los potenciales conflictos de intereses de los autores, tal como la que se referencia en los organismos y publicaciones biomédicas internacionales.
“En los momentos actuales es más importante que nunca racionalizar y realizar un uso prudente y eficiente de los medicamentos. En este sentido se ha reivindicado por parte de amplios sectores profesionales, la necesidad de una evaluación independiente de los medicamentos basados en criterios técnicos de eficacia, seguridad y de eficiencia, realizada de una forma transparente y participativa, y orientada a la financiación selectiva de los medicamentos con valor terapéutico demostrado, tal como se viene realizando en países de nuestro entorno, así como armonizar esta iniciativa con la actividad llevada a cabo en los hospitales por las Comisiones de Farmacia y Terapéutica y con las distintas iniciativas autonómicas”, agrega.
Por último, la SEFH destaca que la situación de la que han hecho amplio eco tanto los medios de comunicación como los profesionales de la salud en sus blogs, publicaciones independientes, declaraciones de expertos y páginas institucionales, podría atribuirse a una situación de anécdota de una comunidad autónoma, “pero dada la trascendencia de los temas que se plantean, el importante momento en que nos encontramos para la definición de una política del medicamento, y de la necesidad de armonización de las iniciativas y organismos que elaboran información farmacoterapéutica independiente, es fundamental que las administraciones competentes sigan contando con decisión con las herramientas de que se han dotado estos años para proporcionar a sus profesionales información farmacoterapéutica objetiva e independiente”.
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